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martes, 4 de enero de 2022

Vainilla velvet


 Niños con los ojos abiertos

En una berlina rozando los 200

No recuerdo nada solo el ruido del fuego


Sus labios calientes yo frío como hielo


Creo que te quiero, duermo y se me pasa la locura

Su tinta brilla cuando está llena la luna

Sonrio, me suena, vieja amiga esta tortura

Tu culo por mi pasillo mami eso es cultura


Cervezas por le bistrot, te he visto y más de lo mismo

Benzos en mi organismo, mental vandalismo 

Búscame por el infierno ahí todas lucen como tú 

Su pelo vainilla velvet el que vuelve es Belcebú

lunes, 15 de febrero de 2021

Derrito todo en cafeína y alcohol pt.2

 Nada para, y yo me quedo atrás 

Mirándote al pasar, parándome a pensar

Que buena que es la lluvia sobre mojado

Y que no recuerde lo qué hemos hablado

El café con los hielos de la copa

Y el sueño acumulao, como snorlax

Mi vida va llena de referencias

Parece drama y es una comedia

Los ciclos cambiados, los temas gastados, luces brillantes me han cegado. El sol a mi espalda, nudo en la garganta, cara de circunstancia. Siempre es invierno, o es que no lo ves?. Me creo 0 cuando dices 4. 

No paro de pensar que nunca es suficiente, que mi mente no me miente. Dime que me quieres, sé que me mientes. Yo lo que hago es borrar lo siguiente.

Dormido en cualquier lado y siempre despierto, cafeína por momentos, no cuento lo que siento,  a menos que estés atento.

 Nada para, y yo me quedo atrás 

Mirándote al pasar, parándome a pensar

Que buena que es la lluvia sobre mojado

Y que no recuerde lo qué hemos hablado

El café con los hielos de la copa

Y el sueño acumulao, como snorlax

Mi vida va llena de referencias

Parece drama y es una comedia

martes, 1 de diciembre de 2020

Sonidos martilleantes

De ver mi reflejo en las aguas a no encontrar suelo firme en este lodazal, nadando en un pantano con las algas cada vez más altas. Pero he aprendido a seguir nadando porque aunque no supe aceptar que me puedo hundir, sólo me quedé con el seguir andando. Nadando. Mandando. Creando.
El problema de todo lo que hagamos: que influye cierto egoísmo. El deseo. O la Esperanza. Es una barrera difusa.
Ya nos lo dijeron, justo el punto medio. El de hundirnos juntos. A ver quién lo lee ahora, porqué tú no creo que sigas por aquí. Difuminas el vapor de cristal y aparezco aislado, abrigado, encerrado. 
Estoy guapo con la sonrisa falsa y las ojeras largas. “Hasta que lo seas” resuena como un martillo. Y cuento gotas mientras te espero y fragmento mi alma en cada café, creando recuerdos volátiles. Esperando que alguien sintetice lo mejor de mi en monodosis, o que me expongan en la última función de alguna sala. Todo con tal de sentir(te) de nuevo. 
La idea es no rellenar el hueco

Dédalo

Todos luchan por ser Ícaro, Yo Dédalo

Salgo volando sin viento, pícaflor

Aprendí a tener paciencia, Sun Tzu

Y a cada finde vaciar la Revolut.

Ruedo en llamas orgulloso como Ixión

Por tu influencia y por mi intrínseca soberbia

No se me da bien agachar la cabeza, inercia

Ni quedarme llorando sólo en mi habitación

Camisa cinturón, tn falsas y corbata

Sentir la asfixia firme sobre mi garganta

Ataraxia no funciona, mi alma es humana

Y ese culo no me deja ver más allá

De letras poco, de música ninguna

De dolor bastante, y también de que me suba

Llego alto y aún ni he empezado

Y en un par de añitos en el trono coronado

miércoles, 4 de marzo de 2020

Más rom que ram

Curiosa, la memoria. Las quemaduras sobre una pletina brillante son para siempre, y no hay agua fría que alivie el dolor. De hecho, la ducha de realidad siempre me ha sido peor. Por eso paso el tiempo buscando cómo aprender a coser. Si sólo no se destensaran... Las putas costuras que tanto me han costado se sueltan, y como en tus vaqueros favoritos la raja se hace más grande. No me des un pez, enséñame a pescar.

Los gritos del viento me desconcentran, y dejo de mirar arriba cuando está despejado. Más rom que ram, y más ron en la mesa. Reinicio de sistema.

Cada día me parezco más a Pocoyó, solo que mi background no es blanco. Llueve y sale el sol, y anochece nublado. Y en la nube de electrones que yace bajo mi pelo están la caída y el ascenso de mi imperio. Si me hago a mi mismo, ¿Sigo siendo yo? A lo hecho, pecho. Y a los gritos del viento, quitarme la capucha y sentir los cristales pincharme el rostro. Nada como una bocanada de aire fresco. 

miércoles, 15 de enero de 2020

Alto voltaje

Trato de no repetirme porque mis sentimientos van y vienen, aún no siendo obsesivo a largo plazo, y aquí vendría el pero.

Otra vez es el agua quien me enfría cuando ardo, y nunca antes había tenido una relación tóxica con un elemento como el aire, al cual llevo odiando cuatro meses. O llevaba. Anoche cargó con mi tensión, en voltaje. Tal vez sea un condensador. Y eso que el calor siempre me ha agobiado.

Alisé mis poros, y acercando el reloj a mi oído sentí que rozaba el tiempo. Y las nubes pasaban como en un montaje del cine. A la gente le estresa perderse pero lo que le da miedo es perder tiempo. Yo le estoy cogiendo el gusto a caminar sin rumbo. Y plagiando cosas: Miro el cielo reflejao, en mis dos ojos oscuros.

sábado, 2 de noviembre de 2019

El eterno púrpura

 Carrera de gotas. Espero que recuerdes que la lluvia siempre ha sido una fuente de inspiración para mi, y sería un río si no hubieras dejado de reír. 
 Hoy borré el pantallazo donde me preguntabas si me ibas a volver a ver, excusándote porque andarías débil. Y eso ha de provocar algo en mi, pues será la causa, pero nunca he sido bueno olvidando (y no son incompatibles). Este maestro hace tiempo perdió su librillo en tu huracán. Aún sigo andando en círculos.
 Y como si llevara días sin dormir a veces tengo alucinaciones externas a ti, que acaban sirviendo de alcohol en la herida y ducha por la mañana, de agua fría en la cara. Pero nada iguala el dolor de no recordar las estrellas posadas sobre tu piel. Maldito en un taburete y en dos reflejos de Madrid. En la única luz de mi larga calle. En secretos descubiertos como de antiguas cajas. 

 En el eterno púrpura que veo cada vez que cierro los párpados. Y en las ganas que tengo de enseñarte Honfleur.

Ya ardí una vez y, no supe caminar sobre las ascuas. Ahora el cosmos me llama y se lo cojo, claro. Mucho se quedará con mi paraguas y con gotas en un portal. Aunque claro, mucho ha llovido... Mucho ha llovido. Ahora sé esquivar minas sin cargar con cruces, y cada vez cojo menos buses. Y más tubos. 

No será el fuego quién lo tenga que quemar. El agua siempre gana.

domingo, 27 de octubre de 2019

Hojas

Nada como el crujir de las hojas esparcidas por el suelo. Adictos a la lluvia y a no saber qué hora es. O era. 

Y ahora el olor a tierra mojada me deja poner los pies en el suelo, pese a siempre haber sido fan de las alturas. Que siempre haga calor. Que nunca rechaze un café. Que el tiempo se pare porque no le queda pila. 

Abrir la ventana para escuchar el susurro del viento y que la cierres por el frío. Caminar descalzo por el parqué. Intentar olvidar la llegada del invierno. Y que cada camino que tome me produzca un escalofrío al mirar atrás y ver donde estoy. O más bien, a donde he llegado. De lo de estar, no tengo ni idea. 

Respiro. Me pongo los cascos. Abro el paraguas. Ahora vuelvo.

viernes, 15 de febrero de 2019

Paréntesis

Mírame, tirado en el sofá,
Sólo ella, y ganas de llorar
Pierna larga, espíritu animal
Luz morada entra en el cristal

Algo dice, me da igual
Estoy contigo, pero no estás
No estás, no estás
Haga lo que haga no estás

Debería sonreír por tí
Pero mi soberbia me reclama
No debo morir aquí, así que
Trae de eso, tenme a raya

Voy a hacerlo una vez más
estoy jodido mami, dale ya
Vamos, como si me quisieras
Hazme creer que eres ella...
Llena de humo la sala
De vaho la ventana
Ella entérita de ganas
Y yo vacío sin nada...

Mírame, sigo en el sofá
Imagino tu culo pasar
Te veo en el espejo y
Tan largo se hace el tiempo?

miércoles, 6 de febrero de 2019

:(

Por los portales que me han visto llorar
Por el frío de Alcalá y de algún lao' más
Por el recuerdo de tus piernas en mi cama
Por los mensajes a las 6 de la mañana
Y entre susurros digas "** ***** ****"
O que pintes frases por toas' las paredes
En un parque Chamberí esperando un uber
Con los ojos cerrados, oliendo tu perfume
Quemando las aceras, tus fotos de carteras,
Viendo arder maderas, tocando la arena
Sabías que me da palo pedírtelas?
Muerte cerebral, y las brujas pa' la hoguera
Recuerdo cómo os arrimábais en el invierno
Lo siento, pero nunca miento

Ni lo intento, no son vosotras...
"Es la guerra, general"  salimos tocados
Esta vampiresa me ha envenenado
El pentágono a sangre en el suelo mojado
Y tu subías, por mis piernas trepando...
Fuego pero no me quemo
Ardo contigo en el infierno
No dejes de moverte que me muero
No dejes de moverte... 

Cielo encapotado, el estrellado soy yo
Cada noche me recorre la espina dorsal un frío seco, miro el reloj pero no sé ni lo que veo.
Y miro a la pared pero veo la luz sobre cortinas moradas
Pienso que no puedo más, no vale la pena seguir
Y me desmayo sobre mis lágrimas.

 
 

lunes, 27 de agosto de 2018

Derrito todo en cafeína y alcohol

Derrito todo en cafeína y alcohol
me miráis como si fuera el mejor
lleváis un tiempo viendo cómo lo hago
no me lo creo, acabo ahogado.

Bajo la pantalla la tarjeta de mi abogado
la del banco y un mechero gastado
ni tengo ni quiero el lambo
os lo compráis pero no tenéis dinero pa'arreglarlo.

Si vienes y me lo dices igual me lo creo
me véis comerme el mundo desde lejos
si no sé tu nombre no lo pregunto
cómo está la de las doce en punto.

Salgo del gimnasio pero sigo pegando
ayer me vi mal y hoy viene el cambio
la inspiración se corta cuando pienso en positivo
si ni me gusta cuando sonrío.

Derrito todo en cafeína y alcohol
me miráis como si fuera el mejor
lleváis un tiempo viendo cómo lo hago
no me lo creo, acabo ahogado.

Me echaría a dormir pero no puedo
mirando a Walter White, parece un buen ejemplo
si eres bueno en algo cobra por ello
no me comas la cabeza, cómeme entero.

Sabía lo que sabía pero he olvidado
no son mis neuronas, ando sedado
adicto a los vuelos, a los coches, a los barcos
a no entender una mierda pero seguir capeando

A la izquierda la arena y a la derecha los lunares
cuando lo logre me veréis brillar como diamantes
y aprende, si no sabes no puedes hablar
no llores por mi porque no volveré a dar pena

Derrito todo en cafeína y alcohol
me miráis como si fuera el mejor
lleváis un tiempo viendo cómo lo hago
no me lo creo, acabo ahogado.

domingo, 8 de julio de 2018

Estómago vacío

Realmente no sé qué escribir, sólo me apetecía entar aquí. En este remanso de paz donde me bajan las pulsaciones y puedo parar por un momento.

Porque duele. Lo que más: el orgullo, darte cuenta de que has estado engañándote a tí mismo estos meses. Lo que menos: la soberbia de reconocer que ya sabías que ese autoengaño no iba a durar mucho más.

"Not long ago you find the answers were so crystal clear
Within a day you find yourself living in constant fear".

Viene perfecta.

Y ahora veo que la temporada del monzón se acaba y que no me quedan más charcos a los que saltar. Mis aletas se decoloran. Y pongo el ojo en sitios dónde sé que me hará mal el mirar.

Dejarme llevar, eso me dicen. Suena demasiado bien. Olvidé las lecciones sobre no pensar, y tal vez el miedo al fracaso sea lo que me ciegue, pero no me salen las cuentas. Siempre me paro a pensar. Tiempo sin sentir la palabra "disfrutar"

Hace calor. No llueve más. Me quedé sin farolas que contar. Me queda algún cántico que entonar. Y no esperéis tres palabras y una rima en otro párrafo; esto es Adri crudo.

Id haciendo estómago.

lunes, 25 de junio de 2018

Memorias del próximo verano.

Un déjà vu. Una sensación. Varias realmente. Espero que te dieras cuenta del la última.

Era una chispa en esos ojos. Una corriente a través del agua. Al rojo vivo. Cálido. Pero nuevo. La parte del déjà vu es sobre mí, porque me recuerdo. Las sensaciones son tuyas. Y estoy seguro de que puedo aparecer ahí. Todo se trabaja.

Un verdadero maestro nunca deja de aprender. Cada aspecto debe estar en su sitio. Lo malo será bueno y lo bueno será perfecto. Creo que podrías explicarmelo sin hablar. Porque fuí directo a ese aspecto de entre todas las distracciones cuando mi mente se relajó. Porque aunque digamos mentiras en ocasiones hablamos de verdad. Porque ese 90% no se puede ignorar. Porque te sorprendió saber pero no entrar. Yo intenté no hacerlo. Y el Sol caía a nuestras espaldas, rasurando los últimos detalles del cristalino.

Arregle algo o no, esta fuerza es parte de lo que había necesitado. Espero irradiar y dejar tu sombra en la pared. Evoluciemos un paso más.

lunes, 21 de mayo de 2018

Van der Decken

Como el tumulto de jóvenes con la charanga post-fiesta mañanera, su sueño equivale a mi ceguera. Las manchas de vino, heridas de guerra. Cuando vuelves de ella las cicatrices se quedan.

Pero aunque se distorsione tu rostro, aunque me confundas y me relajes no puedo dejar de mirarte. ¿En los hemisferios quedan cicatrices cuando entran en guerra? Porque hueles a hogar. No a mi casa, a un buen sitio para vivir. Y eso que estás tan cerca que no te puedo tocar.
La primera diferencia es que como en el planeta, la guerra es un juego de azar. Y que pese a mis dudas, el casino abre a diario. Que la pasión no la para la razón, que la luz no tiene sombras si no el resto de elementos. Por esas ruinas ya no le temo al fuego, pero sí a las cenizas. Porque si soplas se apaga la vela. Porque están tardando en devolverme la red eléctrica.

...

Poca luz y copas rotas. Un puñado de irresponsabilidad y algún que otro remordimiento, pero jamás arrepentimiento. Calor en invierno. Y ver que cuando rozas mi piel sientes que estás en casa. Ah, por eso olía a hogar. Porque toda buena guerra acaba con una batalla final. Perdiendo, me planteo, si acaso no es mejor que ganar.

martes, 17 de abril de 2018

Electrochoque

Alabando suele comenzar la gente sus textos eróticos, pero hoy no es el día. No aquí.

Porque aquí hay mucho más que eso. Aquí huele a menta, pero llueve. Crece la hierbabuena de las juntas, en las aceras. Las nubes dan la sombra, cuando los árboles no llegan. Huele a menta y llueve por dentro. Otros dirían que condensa. Otras que sobra la calefacción. Opinarán de mil maneras.

"Nunca es demasiado tiempo" cuando afirman que nunca llueve a gusto de todos. Para colmo. Aprendiendo a nadar sobre el atardecer de tus sábanas. Kilómetros deslizados sobre la cama. La eternidad del nunca en poco más de una mirada. Y las manchas, difuminadas en la almohada.

Destellos de luz morados sobre tus ojos, sobre la cama. Debería cerrar la persiana, pero el Sol del invierno te sienta bien. Te pega. Voy a por agua. En la selva. Donde las palmeras crecen y la humedad es alta. Donde las luces de la noche eclipsan al alba. Donde las tormentas de verano refrescan la playa.

Estoy obsesionado con la menta, no con los olores adyacentes. Lo bueno de la tormenta es que lo primero que sientes es el relámpago. O que me sacudirías como un rayo al llegar abajo. Soy de material conductor, si pero no sé cuanto. Y el día que explicaban Faraday nos lo pasamos por alto. ¿Voy preparando baterías para almacenarlo?

jueves, 12 de abril de 2018

El hambre de medianoche

Todos los días sin excepción, me entra el hambre a medianoche. No importa si ceno o no, la hora, el desgaste del día. Y cada vez se hace más monótono y usual, tanto que no me doy cuenta. Lo acabo de pensar hoy. Como una serie de carreras en frío. La rabia de torcerte un tobillo.

Nada con ello que ver tiene la humedad de la ribera ni el frío de la sierra, pero me siento calado hasta los huesos. Por entender o por crear. Porque siempre es mejor buscar que encontrar. Por esta especie de diógenes emocional. Porque odio esperar. Odio la sensación de tirar el tiempo en algo que escapa a mi mano, no porque quiera tirarlo. Porque quiero guardarlo. Para irme habiéndolo usado.

¿Sabes? A diario me entra el hambre a medianoche. No importa lo que haga o dónde esté. Pero este hambre no se va comiendo. Tampoco cenando. Este hambre me acompaña hasta que se me cae el movil desde el que escribo esto de las manos. Y este hambre es para tratar con cuidado.

¿Sabes?

Hasta que no te coma probablemente no quede saciado.

lunes, 12 de marzo de 2018

Cavando mi tumba con una cuchara

Volvamos a lo básico
O a la convergencia, eso me pedían los sucesos. Todo lo que aprendo lo aplico ipsofacto si me lo enseña el profesor por pesimista que la visión sea.
(Inciso: ahora que estoy escribiendo esto, me doy cuenta de que la mayoría de veces sigo una estructura al escribir muy similar, siendo al principio cada frase el doble de larga que la anterior. Curioso)

Pero sorprendentemente mi mejor influencia acaba relacionada con los latidos de mi hemisferio derecho, aunque ya no debería.

Creo que no puedo dejar de escuchar Arctic Monkeys porque mis canciones preferidas describen ampliamente lo que pienso. Y ya no te hablo de un café al comenzar lo que nosotros llamamos "la mañana" (que no deja de ser las 15.00) Ni te hablo de la ciudad de los tejados rojos.

La tercera vez que me atrae algo es un lugar, dónde me sentía mal al darle la espalda, al dejarlo atrás y echar a caminar. Volver a saber que todo el tiempo del mundo no es suficiente, y tropezarte al caminar hacia atrás por no poder dejar de verla. Es la primera vez que siento eso y no es por una persona y, el río vuelve a fluir.

Pero el cruce de miradas esta vez no dijo nada, aunque la intuición femenina se me clava como dagas en la espalda. Intento de imaginación aplicada (fracaso). Ni empezar por el principio ni ir acabando, ni saborear el cálido tacto de tu edredón blanco por la mañana. Al martillo ni el clavo aguanta, y ahora puedes colgar arte de mi cabeza. Con crecer tendremos bastante, pero busco aquel quehacer de durante.

sábado, 13 de enero de 2018

La satisfación es la muerte del deseo

¿Recuerdas la canción? Son más de una. O deberían serlo, porque aún no sé diferenciar vuestras miradas. No sé si es el viejo color o la nueva claridad lo que me ciega, pero es cierto que para que ocurra un eclipse han de colocarse tres astros en línea. Aquí la vieja, sucia y ajada Tierra. Y qué si la Luna no brilla sin el Sol, seguimos pudiendo quemarlo todo. Corromper los cristales rotos. Tender las sábanas, airear la habitación.
¿Quién coño me ha quemado hoy?
Sólo recuerdo un "no te vayas" dos días distintos. Y siempre os fuisteis. Y quedamos yo y mi Alma, que secuencialmente me quita el sueño, despues de ver dragones dorados cerca de paradas de culto. Dorados amaneceres brillaron cuando nos rendimos al luto del ciclo pasado. Cuando los días eran algo más largos. Cuando la huída del rey se estaba retrasando.
De mi amado Abril estamos hablando.
De la noche y del día, a veces de la entropía, otras de la magia del contacto. De hacer sentir orgulloso al japonés de mi brazo. De buscar un nuevo símbolo para acompañarlo.
Sé que soy yo, sé lo que me queda.

Empujadme al abismo.

domingo, 7 de enero de 2018

Es un negocio hacer placeres contigo

Hacía tiempo que no sentía las frías gotas de lluvia impactar sobre mi cara. Llegar a un lugar con los pies calados. Serenidad irónica a corto plazo.
No importa lo que empiece; todo lo finalizo contando gotas. ¿Por eso despejan mi cielo después de descargar? ¿O simplemente dejan paso a la caída del frío del invierno?.
Con lo que me gusta. Hasta que decidí derretir las nieves creando fuego de mi pelo. No, no me sale de dentro, el corazón sirve para latir. Mi mente es quien deja de actuar aquí.
Incluso cada gota sería un imán que repele la tormenta, hasta que el Sol la seca. Está en el ciclo del agua joder, no es tan difícil.

La decadencia inverosímil del castillo de naipes reflejada en un charco bajo una farola. Los ochomiles que voy sumando. La simplicidad o el difuminado. La constante búsqueda colectiva del autorretrato, cuando ninguno se conoce personalmente. "Cerebros perdidos buscan cabezas vacías".

Para la época sombría voy aprendiendo el hechizo "Lumos".

martes, 12 de diciembre de 2017

Hijos del carbono

¿Qué oficio es ser poeta?

No, me niego a dejar de pensar, imaginar, a que alguien me diga que no puedo crear. Y aquí os dejo algo: Todo lo que creo controlar es caos, y el caos que véis le tengo controlado. Cómo explicar, si no, estos textos desordenados.
Parece que vivo a base de pareados y no me extraña, la cabeza no me da para rimas más largas. Y menos a estas horas, que lo leeréis en otro momento pero son casi las cuatro de la mañana, y aquí sigo, abrazando mi almohada.

A veces no sé ni lo que expreso, desconozco cómo leéis sin acabar por los suelos. Por primera vez me puede el sueño. Por primera vez, mañana continúo esto.

...
(Creo que han pasado como 4 días)
...

Me parece increíble la percepción del tiempo humana. La de cosas que pueden pasar en una noche, despues de semanas monótonas. Lo que engañan las sensaciones. Consiguen lo que sólo intentan las palabras.

Siempre hablo de amaneceres, por ser un dato que recordar cuando todo lo demás ha pasado. Pero nunca os hablé del retiro, de los patos y de mis pantalones mojados. Ni de las estrellas de madrugada. No sé ni cómo di abasto en el mercado, ni cómo regresé a lo que fué mi casa para despedirme de parte de mi de nuevo.
Aunque os parezca que no, hoy no estoy aquí para eso. Hoy.
Esta noche podría hablar de las azoteas de Madrid. También de las de mi ciudad, Alcalá. Ojalá pudiera enseñar y no escribir; pero es algo que queda reservado para mí.

No, mejores son las largas conversaciones inteligibles. Ya sabéis de lo que hablo.

Quememos cosas.

domingo, 3 de diciembre de 2017

Creando

Me encantaría ser artista.

Poder pintar los colores que aparecen en mi mente cuando me susurras al oído. Darme cuenta de que, siglos de cuadros no tienen nada que hacer contigo. Que no cayera en el olvido.

Y tardar meses, años en acabar. Empezar por la izquierda y acabar en el lado opuesto sin estilo. Libre. Iluminar tanto la sala que no haya sombra capaz de acecharme.
Echarme la capa al hombro y componer una obra de lo que llamáis arte. Como una invitación a quedarte. Como en una habitación devorarte. Arte, decís.

Y buscar acordes en vano porque no hay notas que suenen como la canción que creas aquí arriba. Y lo que me cuesta aprender últimamente, con la mente como mis fotos. Si. Sobresaturadas. Tal vez sea un símil que me gusten así.

Retratarte como te veo, sobre un fondo quemado, mal capturado, desdibujado. Sin edición. Sólo tu, y tus rasgos tan al extremo que el resto pensará que es una caricatura. Una comedia. No quitéis la palabra que le falta al estilo. Porque incluso actuaría en un teatro. Una captura de un instante que hacer eterno, una captura de eso. Desde lo que leo. Para que en el futuro traten de interpretar algo irrepetible.

Escribir. Escribir bien, bonito, que me pudiérais comprender todos a la vez. Tal vez perdiera mi esencia, no sé. Lo que llevo de entrada lo podéis entender todos y me está gustando (extraño es).

Escribir en verso porque pensarlo haría que se me cortase el aliento. Miento si digo que en esto soy bueno, o si expreso que no volvería a caer de lleno. Sin relleno. Novela, otros textos. Que me leas y estés a mi lado sintiendo lo que yo siento. Tratando de esculpir mi vida en un cilindro de acero.

Inscribirlo, instaurarlo. Un "trapito" de ropa no llega a captarlo, por mucho que lo estéis deseando.

Engañando. Creando. Haciendo creer quién está al mando. Y tal vez mandando.

Tal vez sí que sea un artista analizando. Y entiendo a los clásicos riéndose de los expertos que creen enfatizar con tantos.

Hablar tanto que llene la ciudad de ratas sin flauta. Despertar a la bella durmiente con un buen relato.

Por hoy marcho.

lunes, 13 de noviembre de 2017

Carta aleatoria

Como diría la canción, "ya no me acuerdo"
Realmente sí que me acuerdo, pero voy perdiendo cosas
Recuerdo verte dormir. Estabas cómoda, parecía que sonreías. Recuerdo destrozar horarios y no parar de mirarlos. De mirarnos.
Pocas veces dejaste de sonreir. Comprendí finalmente por qué al choque de miradas se le llama contacto visual, lo cómoda que es la camisa y lo bien que te puede quedar. No sé qué querías tú. Por mi, no necesitaba más.
Pero tal vez quisiera más.

Mezclo, confundo, destruyo. Tal vez perdiera el control
Control
Control.
Recuerdas?
Vale, volvamos a yo colgado de un árbol.
Haciéndolo apoteósico, como siempre. Acabo de hablar de ello, por cierto, y de como incineramos la gravedad para alinear los astros al gusto. Para llegar a la ciudad infinita.
Aprendí, descubrí, incluso me interesaban cosas. Apareció el yo juguetón. Sabemos a qué suele proceder eso.
Tal vez, el problema sea de comprensión. Tal vez... Sea incomprensible
Recuerdas la caja del armario del salón? Yo recuerdo el día internacional propio mío de la pintura. De mí. Y de mi humildad xd.

Sabes? Siempre, he amado el césped. Me resulta muy cómodo, fresquito, suave, natural... Es genial... Y creo que todos los primeros malos augurios me han venido ahí. Ya sabes.

Para que luego digan que las coincidencias no existen

No quería hablar hoy de cosas malas. No me apetece. Y no lo voy a hacer. Recuerdo como contabas, algo que no había pensado contar. 180 aprox, no?
Y las batallas de mascotas. Y las otras batallas.
Y por pasear por la puta capital.

Abriré una botella de vino. Yo la empiezo, a ver si la acabamos.

martes, 31 de octubre de 2017

6035

No.
Cómo.
Desde cuando.
O sea, llevo tanto esperando.
Suena melancólico pero yo recuerdo aprender a tirar del carro casi de forma gratuita, sólo por saber lo que sé yo.
Cuando lo olvidé, siempre recordaba.
Quién deja de aprender así.
Ahora falta lo que falta, y es muy jodido intentar hacer sombras con las manos. Ese trabajo normalmente es de la luna y las farolas.
Pero qué, ahora las cartas están sobre la mesa. Y quehaceres varios. Y que exprimir como el zumo por las mañanas.

Con una sonrisa de oreja a oreja hago lo que sea ya, lo que realmente sea.
Porque, lógicamente, el futuro está cada vez más cerca.
Gracias.

jueves, 19 de octubre de 2017

A punto de acabar lo que no me quieres decir

Tan dulce como un albariño y el francés en mi oído. Tan áspero como el mango de su paraguas. O de su abrigo.
Como sigas acariciandome el cuello me volveré loco.
Las líneas blancas avanzan muy rápido. No se puede romper un coche ya siniestro.
A veces se empañan los cristales y a veces las copas, y nunca somos nosotros. Sólo revivo una y otra vez, en distintos momentos. Distintas historias. No paro de pensar y eso me despierta cuando sueño, aunque debería dormir. Km. Nubes por el cielo y juegos infantiles, llevaba tiempo sin jugar al escondite, pero al final conseguí verme en mi espejo. No sólo en los libros están las bestias.

Alma.

Picos y carreras, y nuevas curvas.
Marcas.
Descubrimos que nada es lo que parece ser. Que al fin la enfermedad sirve para algo. Que nos queda mucho por aprender. Que admirarás el trabajo de colores que te enseñaré. Que aprenderé lo que debí ser.
O no
Ya lo gritaremos.

Curioso que sea el hijo de Dédalo quien elogie la arquitectura fría de Madrid.

viernes, 13 de octubre de 2017

Impacto.

Impactos obvios que te sacuden aunque los esperes. Despertares largos: tienes que levantar mucho más que tu cuerpo de la cama. Con lo fácil que era al ver tu sonrisa, o al notar la mía. Ahora todo se convierte en frío oscuro, desolador,  todo por una tontería. Por perder el control y luego querer recuperarlo. No, no sé qué es bueno, qué debería haber hecho.
No me quito de la cabeza la sensación de culpa, de fallo. Saber que puedo hacerlo, y no a la vez. Supongo que es la tontería. No sé cómo actuar, sólo sé que todo lo que no quería de ha convertido en el día a día. Impotencia es la palabra. Ojalá volver al día en el que nos sorprendían nuestros gustos. O cuando las miradas eran eternas.

Lo peor es que, pasan los meses, y me vuelves a hacer escribir(te).