¿Recuerdas la canción? Son más de una. O deberían serlo, porque aún no sé diferenciar vuestras miradas. No sé si es el viejo color o la nueva claridad lo que me ciega, pero es cierto que para que ocurra un eclipse han de colocarse tres astros en línea. Aquí la vieja, sucia y ajada Tierra. Y qué si la Luna no brilla sin el Sol, seguimos pudiendo quemarlo todo. Corromper los cristales rotos. Tender las sábanas, airear la habitación.
¿Quién coño me ha quemado hoy?
Sólo recuerdo un "no te vayas" dos días distintos. Y siempre os fuisteis. Y quedamos yo y mi Alma, que secuencialmente me quita el sueño, despues de ver dragones dorados cerca de paradas de culto. Dorados amaneceres brillaron cuando nos rendimos al luto del ciclo pasado. Cuando los días eran algo más largos. Cuando la huída del rey se estaba retrasando.
De mi amado Abril estamos hablando.
De la noche y del día, a veces de la entropía, otras de la magia del contacto. De hacer sentir orgulloso al japonés de mi brazo. De buscar un nuevo símbolo para acompañarlo.
Sé que soy yo, sé lo que me queda.
Empujadme al abismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario